Comúnmente se relaciona el término Big Data solo para referirse a los grandes volúmenes de información que no pueden ser manejados por los gestores de bases de datos tradicionales. El término también envuelve muchas otras características entre las que se encuentran la velocidad, la variedad y la veracidad.
Desde hace un par de años el término de Big Data es utilizado para designar los grandes volúmenes de datos, tanto estructurados como no estructurados, que se están generando en la sociedad de la información y el conocimiento, y que por su tamaño y heterogeneidad, plantean grandes dificultades para ser procesados por el software y los sistemas de gestión de bases de datos tradicionales.
Las empresas están cada vez menos preocupados por la medición de retorno de la inversión (ROI) para los contratos de computación en la nube. ¿Es eso algo bueno? Una nueva encuesta de 350 ejecutivos senior de TI encontro que el 16 por ciento ve que medir el ROI es un obstáculo para sus implementaciones de computación en la nube, por debajo del 34 por ciento en una encuesta similar desarrollada en el 2013.
Las organizaciones están actualmente moviendo aplicaciones y centros de datos a la nube pública o integrando sus recursos computacionales mediante nubes hibridas. Esta tendencia, que comenzó hace unos años, no parece probable que se detenga en el futuro próximo, es más, está en pleno auge y esta migración también incluye los recursos y servicios de TI de misión crítica.